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Cuba vs Bloqueo: ¡Pobre imperio que apuesta al hambre!

Cuba vs Bloqueo: ¡Pobre imperio que apuesta al hambre! ¡Pobre imperio que apuesta al hambre!

El propio Departamento de Estado, en documento oficial del 6 de abril de 1960, declaraba abiertamente que el objetivo del bloqueo era provocar "el hambre, la desesperación", que desembocaran en "el derrocamiento del Gobierno" de Cuba

REINALDO SANTANA LÓPEZ
Servicio Especial de la AIN

¡Tributo al pequeño David rinde Goliat al emplear un garrote contra aquel!

Estados Unidos acude hasta a las vías más ilícitas en su afán de destruir a la Revolución Cubana, cuyo sostenido apoyo popular provoca desconcierto en las administraciones del país del Norte.

De poco han servido al imperio la guerra bacteriológica, los planes de asesinato a los principales dirigentes de la Isla, sabotajes, la invasión militar de Girón, el estímulo a la emigración ilegal, y otras tantas medidas de fuerza, expresiones todas de la pequeñez moral y la impotencia del agresor, entre las que ocupa un lugar especial, el más prolongado y cruel bloqueo económico, comercial y financiero de la historia.

Incluso, la nación más poderosa del mundo pretende desconocer que desde mediados del siglo anterior se considera genocidio la privación de los alimentos como medida punitiva, aun en caso de guerra, según lo establece la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, del 9 de diciembre de 1948.

Sin embargo, el propio Departamento de Estado, en documento oficial del 6 de abril de 1960, declaraba abiertamente que el objetivo del bloqueo era provocar "el hambre, la desesperación", que desembocaran en "el derrocamiento del Gobierno" de Cuba.

En el más reciente informe de la Isla al Secretario General de la ONU,(consultar Informe: http://www.cubaminrex.cu/bloqueo/inicio.htm), sobre el cumplimiento de la Resolución 57/11 de la Asamblea General de ese organismo internacional, se reiteran las medidas derivadas del bloqueo y cómo afectan las importaciones de productos alimenticios para el consumo directo de las familias y en escuelas, hogares de ancianos, hospitales, círculos infantiles, e inciden directamente en el nivel nutricional y en la salud de la población.

En 2002 las prohibiciones del Gobierno de los Estados Unidos a la exportación de productos alimentarios de su país, provocaron pérdidas para Cuba por un valor de 114 millones de dólares. En ese lapso la agricultura —básica para producir alimentos— sufrió afectaciones por un monto superior a los 108 millones dólares.

La negativa de acceso al mercado estadounidense determina, por ejemplo, que Cuba importe de áreas geográficas lejanas las semillas de papa, pagando fletes un 50 por ciento más caros.

De no tener lugar esa política, solo por este concepto la Isla podría sembrar 2 300 hectáreas más y adquirir, como mínimo, 57 000 toneladas adicionales, a favor del consumo poblacional.

La compra de materias primas para piensos en zonas distantes causa pérdidas de casi 60 millones de dólares por año a la avicultura.

El bloqueo impide disponer de las tecnologías más avanzadas sobre alimentación animal, desarrolladas en EE.UU., las cuales —si pudiesen emplearse por agricultores cubanos— incrementarían en 291 millones de unidades la disponibilidad de huevos y en 8 800 las toneladas de carne, con la masa actual de aves.

Las restricciones del Norte afectan los rendimientos agropecuarios, al complicarse y hacer más cara la adquisición de combustibles, fertilizantes, piezas de repuesto para equipos agrícolas, transporte de carga, y medios protectores de plantas.

Los obstáculos estadounidenses a la adquisición de materias primas para producir medicamentos, o de equipos y kits diagnósticos —estos últimos elaborados por firmas norteamericanas en la mayoría de los casos— perjudican el servicio veterinario, y encarecen el enfrentamiento a las plagas que afectan a la masa animal, algunas de ellas probadamente introducidas en el país, como consecuencia de agresiones biológicas norteamericanas.

No debe inferirse que las ventas de algunas cantidades de alimentos de EE.UU. a Cuba, a raíz del paso por la Isla del devastador huracán Michelle, a finales del año 2000, signifiquen relaciones comerciales normales y el debilitamiento del bloqueo.

Fue un gesto amable y excepcional, valorado en su justa medida por la parte cubana, pero entorpecido por el mismísimo bloqueo.

Esas ventas están sujetas a complicados procedimientos y normas que dificultan las transacciones. Las empresas norteamericanas no pueden materializar sus exportaciones, si antes no corren tortuosos trámites burocráticos para obtener una licencia de autorización para vender sus productos a Cuba; en tanto esta tiene que pagar en efectivo, al mantenérsele la negativa de acceso a créditos en instituciones bancarias, públicas o privadas del vecino país.

La entidad cubana contratante de las compras debe entregar el dinero mediante bancos en terceros países y en otras monedas distintas al dólar, lo que implica pérdidas en operaciones cambiarias. Este comercio, además, va contra la práctica internacional pues solo es en una dirección ya que el intercambio se encuentra excluido.

Cuba tampoco puede emplear sus barcos para trasladar las mercancías previstas, las cuales recibe mediante buques norteamericanos o de otras naciones, previa licencia estadounidense.

Sigue en pie, entonces, el garrote que señala la debilidad de Goliat. (AIN)

Cuba está preparada para recibir a estadounidenses

Cuba está preparada para recibir a estadounidenses Elson Concepción Pérez- Granma

Los estudios realizados por instituciones y universidades norteamericanas dicen que en el momento en que se eliminen las prohibiciones de los viajes, en el primer año vendría un millón de turistas de Estados Unidos a Cuba, cinco años después serían 2 millones y medio de turistas o tres millones. Y si nos preguntaran ¿estamos preparados para recibirlos?, podemos decir, sí, estamos preparados.

Los representantes del sector turístico de Estados Unidos, durante la conferencia de prensa celebrada en el Hotel Nacional.

Así explicó Miguel Figueras, asesor principal del Ministerio de Turismo, a los participantes en la Primera Conferencia de Viajes Cuba-Estados Unidos, de visita ayer en La Habana, luego de la cita celebrada en el balneario mexicano de Cancún.

Los visitantes, que recorrieron durante el día varias instalaciones turísticas de la capital y el Centro Histórico, ofrecieron, junto a sus anfitriones, una conferencia de prensa en el Hotel Nacional de la capital cubana.

Entre los 40 norteamericanos estaban empresarios, tur-operadores, agentes de líneas aéreas y otros, interesados en conocer de forma directa las posibilidades que brinda Cuba para un posible desarrollo del intercambio turístico entre los dos países.

El presidente de Alamar Associates, una consultoría de negocios con sede en Washington, Kirby Jones: así como Misael Zuccatto, presidente de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, John M. Grayson, representante de la Asociación Nacional de Turismo y Daniel E. Wattz, empresario, dijeron a la prensa nacional y extranjera acreditada en Cuba que este era el comienzo de una acción encaminada a lograr que se levanten las restricciones y se permita a todo ciudadano estadounidense "viajar libremente a esta bella Isla".

Explicaron que con la apertura de esas visitas de turistas norteamericanos a Cuba, Estados Unidos se podría beneficiar en algo más de 1 000 millones de dólares anuales, así como entradas adicionales, empleo para miles de personas en aerolíneas, agencias de viajes y en la industria del turismo de forma general.

Calificaron la visita como "una gran oportunidad, como nunca antes, de participar en un intercambio de información con la parte cubana".

"Nos proponemos llevar esta experiencia a los distintos distritos de Estados Unidos y esperamos resultados prometedores en esta tarea, en cuanto antes se quiten las restricciones, para que los ciudadanos norteamericanos puedan disfrutar de la libertad de viajar a Cuba", explicó Misael Zuccatto, de la Asociación de Viajes.

Por su parte, Kirby Jones, presidente de Alamar Associates, habló sobre los pasos dados en el sector alimentario y agropecuario que venden algunos productos a Cuba, y se refirió al sector turístico como "un proceso que ahora comienza pero que cumplirá su objetivo porque la gran mayoría del pueblo norteamericano, del sector turístico y del empresarial, están a favor de un cambio de política y de darnos la libertad de viajar a este país".

La delegación del sector turístico cubano que participó en la conferencia con sus homólogos norteamericanos, en Cancún, estuvo presidida por el ministro del sector, Ibrahím Ferradaz.

Primera conferencia sobre los viajes Cuba-EEUU

Reciben los participantes en este primer encuentro sobre viajes un panorama de la situación actual del turismo en Cuba, donde a partir de la década del 90 se avanzó de la posición 23 a la novena en cuanto a llegada de visitantes y donde ahora existen 226 hoteles —con unas 40 000 habitaciones—,un tercio de los cuales con categoría cuatro y cinco estrellas.

CANCÚN, México, 17 de octubre (PL).— Las medidas del gobierno de Estados Unidos en contra de los viajes a Cuba han impedido a 25 millones de sus ciudadanos visitar la Isla en los últimos 40 años, dijo hoy aquí Miguel Alejandro Figueras.
Durante una intervención en la jornada inicial de la Conferencia de Viajes Estados Unidos-Cuba, el asesor del ministro de Turismo de Cuba puntualizó que las afectaciones económicas por ese concepto son cercanas a los 16 mil millones de dólares.
Por cada millón de turistas norteamericanos que no es permitido viajar a Cuba las aerolíneas de Estados Unidos pierden 300 millones de dólares, sus agencias de viajes y touroperadores 160 millones, las importadoras de alimentos y bebidas unos 45 millones y otras entidades otros 30 millones, expresó el funcionario.
Figueras brindó a los participantes en este primer encuentro sobre viajes un panorama de la situación actual del turismo en Cuba, donde a partir de la década del 90 se avanzó de la posición 23 a la novena en cuanto a llegada de visitantes y donde ahora existen 226 hoteles —con unas 40 000 habitaciones—,un tercio de los cuales con categoría cuatro y cinco estrellas.
Actualmente el turismo representa el 41 por ciento del ingreso en la balanza de pagos de Cuba y sus autoridades se encuentran enfrascadas en el desarrollo de ocho zonas fundamentales, La Habana, Varadero, Jardines del Rey, el norte de Camagüey, el norte de Holguín, Santiago de Cuba, la región sur central y la de los Canarreos, explicó.
También se refirió a la diversificación de las ofertas mas allá de Sol y Playa y al respecto habló de ecoturismo, aventuras, buceo y otras.
La cita fue inaugurada por Brad Belt, director ejecutivo de la Asociación de Profesionales de la Industria Relacionada con los Viajes (ATRIP, por sus siglas en inglés) , quien agradeció la participación y dijo que es necesario promover la libertad de viajes y avanzar conjuntamente hacia la erradicación de las prohibiciones existentes.
El directivo apuntó que sea cual sea la decisión del Congreso acerca del levantamiento de las prohibiciones para viajar a Cuba lo importante es continuar una labor sostenida para alcanzar ese objetivo.
En la primera parte de la sesión matutina también hablaron Bob Whitley, presidente de la Asociación de Touroperadores de Estados Unidos —que en conjunto mueve anualmente unos 10 millones de turistas—, y Matt Grayson, director de Industria y Asuntos de Gobierno de la Asociación Nacional de Viajes, a la que están adscritas unas 5 500 compañías.
Ambos coincidieron en que Cuba es un producto nuevo que ha estado ausente durante cuatro décadas del mercado de viajes de Estados Unidos y que en el momento en que se eliminen las barreras que impiden visitarlo será el destino al menos de 2,5 millones de estadounidenses.
Whitley y Grayson esperan que muchas más compañías de viaje, de cruceros y aerolíneas se unan a los esfuerzos a favor de la libertad de viajes, teniendo en consideración las ventajas económicas de los negocios futuros y lo que calificaron de hechos pragmáticos.
Tomado de: Granma. Por ELSA RODRÍGUEZ